Introducción


Mirtha Dermisache, en plena carrera artística, comenzó a desarrollar en paralelo una intensa labor pedagógica, con un método propio, pensado sobre todo para trabajar con adultos, desde proyectos individuales hasta colectivos, hasta tomar, en diversos momentos, una dimensión pública. Presentamos su tarea en una breve cronología.



Taller de Acciones Creativas (TAC)

1971


En 1971 Mirtha Dermisache abrió las puertas del Taller de Acciones Creativas (TAC), un espacio destinado a la enseñanza de distintas técnicas plásticas, que en principio funcionó en su casa y luego se trasladó a Posadas 1209. La propuesta consistía en vivenciar, experimentar y trabajar con distintas técnicas con el objetivo de desarrollar la capacidad creadora y la libre expresión gráfica de los adultos. Las clases eran grupales y se le proveían a los asistentes todos los materiales y herramientas que necesitaban para trabajar.



Jornadas del Color y de la Forma. Experiencia piloto

1974

Galería Carmen Waugh


Como extensión de la actividad del TAC y siguiendo su espíritu, se realizó en la Galería Carmen Waugh los días 26 y 27 de diciembre de 1974 una experiencia pública gratuita que daría origen a las Jornadas del Color y de la Forma. Así como en el taller, el objetivo era expresarse libremente, dejar salir el gesto interno, sin preocuparse sobre el qué hacer, ni el cómo. 


En sus afiches podía leerse: 


“Puede la gente grande expresarse con las técnicas de los chicos? Nosotros creemos que si. Lo haremos todos juntos”.



Primeras Jornadas del Color y de la Forma

1975

Museo de Arte Moderno


Tras el éxito de la experiencia piloto realizada en 1974, el TAC, bajo la coordinación de Mirtha Dermisache, organizó la primera Jornada del Color y de la Forma. La misma se realizó durante los días 4, 5 y 6 de julio de 1975 en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, que funcionaba en el actual Teatro San Martín (en el noveno piso). Esta actividad de carácter gratuito estaba destinada a un público, con o sin formación artística, que deseasen experimentar diversas técnicas plásticas, individual o grupalmente, y con el objetivo de “liberar la capacidad creadora”.


En el espacio del museo, abierto de 17 a 20.30 horas, había distribuidas grandes mesas con materiales diversos para trabajar. Los colaboradores explicaban a quienes se acercaban a participar cómo debían utilizarse las distintas técnicas, sin realizar juicios estéticos sobre lo que se hacía. El clima era de juego y distensión.



Segundas Jornadas del Color y de la Forma

1976

Museo de Arte Moderno


Las Segundas Jornadas del Color y de la Forma se realizaron casi un año después de las primeras, a meses de haber comenzado la última dictadura militar en Argentina. Las mismas, también se organizaron en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires, los días 15 al 19 de junio de 1976 entre las 18 y las 20.30 horas. 


Asistió un público diverso en cuanto a edad (mayores de 16), género y clase social. Iban convocados por el lema: 


“El museo se transforma en un gran taller de acciones creativas, sólo para adultos”


Algunos conocían la experiencia de ediciones anteriores, otros llegaban gracias a la recomendación de un amigo, por los afiches o simplemente por la cola que se hacía en la puerta. Adentro, algunos sólo observaban, mientras que otros se perdían con las manos en la masa. Se respiraba un clima de libertad en un contexto político marcado por la censura.



Terceras Jornadas del Color y de la Forma

1976

Museo de Arte Moderno


Las Terceras Jornadas del Color y de la Forma se realizaron tres meses después de las anteriores, y abarcando más jornadas, del 7 al 11, y del 14 al 18 de septiembre de 1976, nuevamente en la sede del Museo de Arte Moderno de Buenos Aires.


En esta ocasión, nueve grandes mesas de caballetes, cada una con sus coordinadores y sus materiales, ocupaban el salón. Cada participante podía elegir qué hacer con los materiales e incluso con su obra terminada (dejarla o llevársela). En las paredes que rodeaban el espacio se encontraban colgados trabajos anteriores tan variados como los asistentes que se multiplicaban con cada nueva edición.



Cuartas Jornadas del Color y de la Forma

1977

Museo de Arte Moderno


Al año siguiente, en agosto de 1977 se llevaron a cabo las Cuartas Jornadas del Color y de la Forma, nuevamente en el Museo de Arte Moderno de Buenos Aires. La convocatoria fue más grande, también la cantidad de colaboradores, exalumnos de los Talleres de Mirtha. 


En esta ocasión, la premisa central, que transmite el espíritu de las Jornadas, era: 


“Con nosotros no van a aprender ni a dibujar, ni a pintar, ni historia del arte, ni sistema de composición y análisis de obra. Sólo les explicaremos técnicas.
¿Todos los que somos adultos hemos tenido acceso a una libre expresión gráfica durante nuestra infancia?
¿Por qué cuando el adulto tiene ganas de expresarse graficamente debe recurrir a un aprendizaje racional y sistematizado?
Rescatemos el mundo de formas que tenemos encerrado dentro nuestro y reconozcamosnos en ellas. Para nosotros no hay trabajos buenos o malos, lindos o feos, hay diferentes formas de expresarte. Prolonguemos nuestro gesto interno en la herramienta de trabajo. No importa lo que pasa en la hoja de papel: lo importante es lo que pasa dentro nuestro.”



Quintas Jornadas del Color y de la Forma

1979

Museo Sívori


Entre las jornadas anteriores y las de 1979 pasaron más de dos años. Mirtha testimonió que el agotamiento personal era muy grande porque las Jornadas eran cada vez más multitudinarias, y además, que la planificación de las siguientes, precisaba cada vez más recursos, por lo tanto, repensar el financiamiento. Recién en octubre de 1979, se realizaron las Quintas Jornadas en el Museo de Artes Plásticas Eduardo Sívori, Buenos Aires. En este caso fueron auspiciadas por una serie de empresas que donaban material para trabajar (pintura, arcilla, esponjas, tinta, papel, telas, etc.)


Como en las ediciones anteriores, Mirtha Dermisache, directora del proyecto, proponía abrir un espacio al público para que desarrolle la libre expresión gráfica, tan común entre los niños pero usualmente vedada a los adultos. El propósito no era dibujar, ni hacer obras de arte sino jugar y expresarse libremente.


La propuesta fue muy bien recibida entre jóvenes y adultos, incluso los organizadores calcularon que asistían alrededor de 500 personas al mismo tiempo y que en ocasiones había que hacer una larga fila para poder ingresar. Una vez adentro, los participantes podían elegir entre las distintas técnicas dispuestas ayudados por un asistente perteneciente al TAC, de los 100 que había a disposición.



Primeras Jornadas del Color y de la Forma, Bariloche

1980

Centro de Arte Di Tullio


El éxito de las jornadas anteriores consiguió una propuesta de realización en la ciudad de Bariloche del 9 al 13 de enero de 1980. Fueron tituladas las “Primeras Jornadas del Color y de la Forma de Bariloche” y se consolidaron como la única experiencia de este tipo fuera de Buenos Aires. Para ello, un grupo de integrantes del Taller de Acciones Creativas viajó antes del comienzo con la intención de formar a veinticinco personas que ayudarían en la coordinación de las Jornadas y que podrían en el futuro oficiar como agentes multiplicadores. En esta ocasión, fueron auspiciadas por la empresa Aerolíneas Argentina y por la Dirección de Turismo y Cultura de la ciudad de Bariloche.


En el anexo del Centro de Arte Di Tullio, donde se realizaron, se implementaron las siguientes técnicas: hoja mojada, esponja, arcilla individual, arcilla por sumatoria grupal, témpera mural, tallado en ladrillo, monocopia negro y color. 


La experiencia fue sumamente concurrida y valorada por la comunidad local.



Sextas Jornadas del Color y de la Forma

1981

Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires


Las Sextas Jornadas del Color y de la Forma se realizaron en el entonces recién inaugurado Centro Cultural Ciudad de Buenos Aires  -actual Centro Cultural Recoleta- y se desplegaron en 12 días del mes de noviembre de 1981: del 12 al 15, 19 al 22 y 26 al 29. En esta ocasión las Jornadas fueron auspiciadas nuevamente por Aerolineas Argentinas.


La amplitud del espacio hizo posible la incorporación de nuevas técnicas, entre ellas experimentaron con el formato audiovisual, entregando a los participantes cámaras para filmar. Asimismo, se podían realizar más de 20 técnicas entre las que se encuentran las de hoja mojada, esponja, anilina, bencina, monocopia negro, monocopia color, arcilla por sumatoria, arcilla individual, témpera grupal, dactilo pintura y tallado en ladrillo. 


Los colaboradores transmitían al público las distintas técnicas, proveían el material y respondían preguntas. Una vez finalizados, los trabajos eran colgados en grandes paneles que rodeaban el salón. Como en las ediciones anteriores, la intención era liberar la fuerza creadora que tienen todos los seres humanos, a través del contacto con la libre expresión gráfica.


La enorme participación del público en las Sextas Jornadas (se calcula que asistieron alrededor de 18.000 personas) sumado a la enorme repercusión que tuvo en los medios de comunicación, sobre todo gráficos, generaron controversias en el campo artístico.


En 1982 se realizó en la Fundación San Telmo una mesa redonda  cuya intención era evaluar los logros y la proyección de las Sextas Jornadas del Color y de la Forma. Entre los participantes se encontraron: Jorge Romero Brest, Gregorio Klimowsky, Nelly Perazzo y Emilio Renart. Silvia Puente ofició de moderadora. El debate giró, entre otras cosas, en torno a si las Jornadas podían ser consideradas un hecho artístico o no y si podían pensarse como una forma de conocimiento.


De alguna manera, al no continuar la experiencia en los años subsiguientes, las Sextas Jornadas son conocidas como “las últimas Jornadas”, pero no hay documentación que de cuenta que hayan sido gestadas como tal, sino solo testimonios del enorme trabajo y agotamiento de la producción de las mismas. También hacia 1983 Mirtha toma una pausa en su carrera, en la que toma un descanso de todas sus actividades.